miércoles, 12 de marzo de 2008

La sentencia de Bollullos y la educación para la ciudadanía

Han pasado días desde que la sala de lo Contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dictara una sentencia que otorgaba a los padres de un alumno de la localidad de Bollullos par del Condado (Huelva) el derecho a ejercer la objeción de conciencia a la hora de cursar esta materia que tantos ríos de tinta ha hecho correr. El cuatro de Marzo se pronunció el tribunal. Luego la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tomó sus posiciones, animando a desobecer una ley orgánica que se inspira en las compromisos de la Unesco y la directrices de la Unión Europea. Hay tres argumentos que exponen los demandantes y que el tribunal toma en consideración. No tienen desperdicios a la hora de ser analizados:
1."Supone una "ética cívica", distinta a la personal, creada por el Estado, cambiante e impuesta a través del sistema educativo" De todos es sabido que la moral es cosa de cada cual, pero resulta que cada cual no es sólo un individuo ajeno al marco social en el que vive, resulta que cada cual es un sujeto social que ha de convivir junto y con los otros; y eso... pues obliga a pactar unas reglas de convivencia básicas, consesuadas. El argumento parece olvidar el fin básico de la Educación expresado en el art. 27.a. de nuestra Constitución, a saber: "... La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales". ¿No son esos los principios de la "ética cívica" que según la sentencia se oponen a la moral individual? ¿Y si resulta que la ética personal del sujeto atenta a esos principios básicos? ¿Debe el sistema educativo y el Estado inhibirse?
2. "Plantea temas, contenidos y criterios de evaluación de alto contenido político, discutido y discutible" Aristóteles dijo que somos animales políticos y que la política es la ciencia de lo posible, de manera que es inevitable que sus contenidos sean discutidos y discutibles; ¿cómo no vamos a discutir lo que nos atañe, cómo ignorar que el diálogo y la autonegociación, la constrastación de opiniones es lo que nos permite convivir y desarrollarnos humanamente? ¿O es que no se puede hablar de política? ¿Volvemos al pensamiento único o es que estamos inmersos en él? Educamos a futuros ciudadan@s, libres, capaces de ser autónomos, de tener un juicio propio, capaces de desenvolverse en un mundo plural; no adoctrinamos, adoctrinar constituiría una contradicción. Quizás algunos prefieran que sus hijos e hijas sean educados para la esclavitud, la fidelidad y la sumisión. ¿Esclavos, fieles, súbditos o CIUDADAN@S? Las alternativas me recuerdan a las épocas históricas fijadas por la Academia. ¿Qué tiempo y espacio es el nuestro? La Educación para la ciudadanía se aborda en todas las materias. ¿Vamos a extender la objeción de conciencia al conjunto del sistema educativo público?.
3. Utiliza terminología y conceptos propios de la ideología de "género". Es fácil suponer que se refiere a la voz que las mujeres han introducido en el discurso político, social y cultural, así como a todas esas voces que con el esfuerzo de much@s se han podido recuperar del olvido. No voy a entrar a discutir las significaciones del término "género" en el marco de la teoría feminista. Parece que quien dicta la sentencia lo tiene claro, todo lo que proviene de las mujeres es cosa del "género" -femenino claro está, porque ellas todas son iguales. Cómo mengua el club de los seres humanos, se hace masculino como Dios mismo.
No merece más comentario, mejor mirad este vídeo, quizás esta película exprese mejor que cualquier discurso la necesidad de una Educación para la Ciudadanía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Al principio no estaba de acuerdo con el hecho de que se impartiera dicha materia, pues pensaba que la educación debían impartirla en casa y no en un instituto. Pero me dí cuenta de que no todo el mundo recibe la educación correcta en su casa, es más, en muchas casas no hay educación.
Aquellos que se niegan se rebelan ante el estado. ¿Porqué no lo aceptan? Si es el camino hacia una mayor tolerancia y armonía.
La Educación para la ciudadanía es muy necesaria, sobre todo para las nuevas generaciones, porque la educación se acabó en la nuestra...

Anónimo dijo...

Me he entretenido en ver el video, el cual en sus primeras escenas muestra la mala fé de un padre que mal educa a su hijo en su relación con lo social. Lo cual evidentemente es condenable y no es digno de imitar.

Pero cosa distintas son las últimas escenas, que sí que son dignas de elogio e imitación, pues hace bien el padre en aconsejar al hijo que no debe fiarse de nadie en lo referente al gobierno de lo público.

El individuo, siempre situado en el peor de los supuestos por norma, debe desconfiar de quien detenta el poder, pues para el Estado el individuo no cuenta. Es el individuo el que ha de poner límites de forma garantista al poder.

Desgraciadamente, los educadores no enseñamos a los individuos a ser libres, autónomos y críticos con el poder, pues por defecto concienciamos a los alumnos a ser "buenos ciudadanos" como lo espera y desea el propio poder.

De ahí que desconfíe a priori de la educación para la ciudadania.